miércoles, 9 de septiembre de 2009

Hoy: Miercoles de Narraciòn~

Era el sueño que tenìa para usar, no tenìa otro. Entonces cerraba los ojos y se resignaba a la pesadilla de siempre. Cuando ya era inminente, ella ya habìa tomado la suficiente pràctica como para correr y solo correr al telèfono pùblico. De ahì treparse, hacerce bicho bolita y esperar a despertarse; Atravezar corriendo la calle y correr lejos del maldito secuastrador, quien casualmente coincidìa en idèntica forma al kiosquero de la Avenida San Martìn (recientemente con semàforo, segun han visto mis propios despiertos). El secuestrador era ese tipo, ella lo sabìa bien, pero jamàs pudo afirmarlo ni en suños ni despierta, jamàs pudo pasar a su secuestrador en blanco porque siempre se deformaba y mutaba y cambiaba a formas inexplicables de viejos rostros conocidos. Ea horrendo,era lo mas terrorìfico que podìa llegar a sentir.

Y corria, corrìa hasta que de la nada aparecìa una lucesita; una cabina de telefono publico,una torre de marfil... Obviamente de juguete. tenìa todo el cuerpo cansado sin aire y esa era la lucesita ùnica entre las tinieblas, ya teniendo semilejos al secuestrador, al monstruo deforme de mil rostros y pocos brazos. No habìa otra opciòn como para que refugierse allì no sea atractivo, aùn con miedo, con las manos transpiradas, temblando, trepàndose de a poquito a la fibra plàstica hasta arriba del techito de fibrofacil.Estaba todo con un rocìo que se mezclaba con su sudor.
Llega a la cima, se hace bicho bolita y espera como siempre el ruido ajeno del despertador, la caìda inminente de la mañana.

No hay comentarios: